Autor: Enrique Rojas.
Si tienes una empresa o has lanzado al mercado algún producto o servicio, hay un punto fundamental con el que has tenido que lidiar: la competencia.
Actualmente, con tantas marcas y diversidad en cuanto a categorías de productos y servicios, la competencia directa es algo común en el mundo del marketing y la publicidad. Esto hace más difícil vender un producto, por lo que obliga a las marcas a fortalecer sus estrategias, no sólo pensando en el consumidor sino en sus competidores.
La mayoría de las marcas que enfrentan una competencia, la estudian a fondo, encontrando diferencias, debilidades, fortalezas entre productos y en base a esto se crea el plan de marketing, generalmente dando un giro completamente diferente al de los demás productos; resaltando atributos, etc. Pero ¿Existe otro tipo de competencia?
La publicidad comparativa es un recurso que muchas marcas utilizan para informar al consumidor acerca de sus ventajas por encima de otros productos con el fin de hacerlos quedar como inferiores ante la vista de todo el público. La marca atacada puede optar por ignorar este tipo de anuncios y continuar con su estrategia, o puede pensar seriamente en volver a realizarla enfocándose en responder al ataque.
Entre las marcas que más han estado participando en este tipo de batalla publicitaria son:
Coca Cola vs Pepsi.
Audi vs BMW.
Apple vs Microsoft.
Burger King vs McDonald’s.
Coca cola vs Pepsi
Estas campañas generan mucha atracción en el público en general y con más razón a los consumidores potenciales de las marcas que están involucradas ya que son realizadas con un alto grado de originalidad, ¿y por qué no decirlo? son bastante divertidas.
Las batallas tienen en la actualidad la capacidad de ser viralizadas de inmediato por medio de las redes sociales, generando conversaciones y debates entre los mismos usuarios. Así que si la misión es ganar atención, ésta es una muy buena opción, simplemente hay que escoger un oponente digno.